El Zen es el Gran Arte japonés de la Contemplación, o más bien, hacer el Camino a través de la misma. No se trata solo de un sistema contemplativo, sino del Arte de operar con la Contemplación. Esta cualidad convierte el Zen en único y autosuficiente, asociado exclusivamente con la mente japonesa. Por lo tanto, no es necesario compararlo con la historia, aunque forma parte de la Tradición general del budismo. El Zen no tiene historia, el Zen tiene mentalidad.
El Zen se ha convertido en una práctica única de varias escuelas, una enseñanza de comprensión peculiar, donde se combinan la quietud (la armonía), el enfoque, la respiración y la fuerza interior. A nivel de la conciencia, cuerpo y energía, se realiza un desapego de cosas y procesos que destruyen nuestro desarrollo. Por lo cual, el Zen puede considerarse como una enseñanza que prácticamente se opone a lo inferior y no solo aboga por “lo superior”.
Gracias a estas cualidades, existe dificultad para comprender e incluso explicar la enseñanza del Zen que se basa en la mentalidad de la percepción. Por ejemplo, hablar del Zen en el contexto de la Iluminación no aporta nada, ya que para el Zen es un acto de controlar lo irracional, y no solo estar en el mismo. Si hablamos del Zen desde el punto de vista de operar con el cerebro, entonces es el Arte de conservar el esfuerzo inexplicable.
El Zen es, ante todo, un camino hacia uno mismo. Con la ilimitación de esta enseñanza, tiene su plenitud, expresada en el Arte de operar con el cerebro, y no simplemente estar en una cierta realidad superior, lo que hace de esta enseñanza la forma más alta de adecuación. El Zen enseña a orientar la conciencia hacia sí misma. Y esto no es un proceso de admiración, serenidad o calma, sino un trabajo constante en el esfuerzo. De lo contrario, el cerebro se apaga (lo que, sin embargo, para muchos, es la Iluminación).
Sin conocer la conciencia Zen, sin estar en constante trabajo en él, será imposible comprender la penetración interna. La peculiaridad del arte Zen consiste en que no se divide en acciones internas y externas, sino solo hay penetración en la realidad.
El programa consta de 4 clases, todos los Domingos.
6, 13, 20, 27 de diciembre | 06:30–07:30 Perú | 08:30–09:30 Argentina/Chile/Uruguay |
La Meditación Zen | La Meditación Zen es el trabajo en determinado estado de la conciencia, que en la práctica zen generalmente se llama el estado de la no-mente. Este estado de superestructura está determinado por el esfuerzo del cerebro contribuyendo al pasar el control de nuestra conciencia a la subordinación del esfuerzo superconsciente (sobre-consciente). | ||
Kuji-in | Kuji-in es un Arte Alquímico japonés que lleva sus raíces en la tradición taoísta china. Con el tiempo, se manifestó en la enseñanza del Shugendō (una mezcla de budismo, taoísmo y creencias sintoístas locales) y también gracias a los monjes Yamabushi y Ninja. | ||
Tanden | Tanden es el centro del esfuerzo para la concentración de la energía vital y la respiración interna. Es un concepto alquímico importante, que está asociado con el Arte del conocimiento de la fuerza interior. El centro Tanden está relacionado con partes peculiares del cerebro que la Alquimia Japonesa desarrolla. Trabajar con este centro es un tipo especial de respiración consciente, que se considera como una condición para la formación de la fuente del Despertar Energético capaz de nutrir el Vacío. | ||
Suizen | Suizen es un tipo de práctica Zen meditativa que se realiza mediante el tocar la flauta shakuhachi. La práctica de Suizen es un sistema profundo que pertenece a la dirección alquímica del Zen. Está accesible no sólo a los monjes ermitaños, sino también a todos aquellos que estudian las posibilidades de formación de la Respiración energética ikinuki. |
Una clase |
2000 (ó 15$) |
Programa completo de 4 clases |
6000 (ó 50$) |
¡OJO!