El término Ba Gua es conocido desde los tiempos del emperador chino Fu Xi. Según la leyenda, fue él quien descubrió que las fuerzas del cielo y de la tierra, tanto como las del hombre, tienen ocho manifestaciones que se simbolizaron con un círculo de movimiento de energía.
Este primer diagrama expresaba las fuerzas en su manifestación fija. Posteriormente el Rey Weng (Weng Wang) expresó las 8 fuerzas en movimiento. Esto cambió la disposición de los trigramas en el diagrama.
Los ocho trigramas son la base del misterioso Libro de las Mutaciones (I Ching), que explica el camino y el destino de la vida. En las tradiciones orientales se considera que el mundo puede efectuar 64 transformaciones o cambios, que se expresan en los 64 hexagramas del Libro de las Mutaciones, que reglamentan toda situación posible entre el cielo y la tierra, representando todas las posibles combinaciones de las 8 fuerzas. Los maestros de la antigüedad sabían que sólo los cambios son invariables, más se puede intervenir en sus manifestaciones. De ahí la necesidad de aprender a escuchar las 8 fuerzas-trigramas y saber modificarlos adecuadamente.
En los monasterios taoístas de antes de Cristo ya era conocida la práctica de las 4 cúpulas rodantes. Y hace 300 años, cuando el sistema fue transmitido al laico Dong Hai Chuan, el arte del Ba Gua dejó de ser un secreto inaccesible. Hoy en día el sistema existe prácticamente en su forma original. En comparación con otras técnicas, es muy poco lo que ha perdido con respecto a su conformación original. El Ba Gua también se conoce bajo la denominación «caminar en círculos». La técnica de los 8 trigramas es la secuencia o método que posibilita dominar las 8 fuerzas, es decir, ejecutar el proceso del desarrollo de acuerdo con las leyes.
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